jueves, junio 14, 2007

García Márquez

Un día en el 'Show de los Libros' (antiguo programa de televisión maravilloso) leí una frase de un libro que me llamó tanto la atención que partí al día siguiente a comprarlo.

Era algo así como –dime una cosa, Leona de mi alma ¿cuándo es que vamos a salir de esto?
Ella se quitó los lentes sin sorpresa, con un dominio absoluto, y lo encandiló con su risa solar. Nunca lo había tuteado.
-Ay, Florentino Ariza- le dijo-, llevo diez años aquí sentada esperado que me lo preguntes-

El libro era ‘El amor en los tiempos del cólera’, de Gabriel García Márquez (en cuyo honor bauticé a mi primogénito) y trataba de un hombre que esperó toda su vida a la mujer de la que se enamoró cuando joven, y a quién por timidez no se atrevió a abordar, dejándola casar con otro y enviudar cuarenta años más tarde.
¿Por qué me refiero a esto?
Porque muchas veces dejamos que la vida nos pase por delante y la miramos ir sin reaccionar. El mensaje es que no esperemos cuarenta años para cumplir un sueño, para hablarle a alguien, para reconciliarse con un hermano con un amigo con el amor.... a veces, como dice la publicidad de una tarjeta de crédito, ‘la vida es hoy’

YA NO

Sabes que me rompiste el corazón?
Sabes que ya no hay tiempo para pedir perdón?
Sabes que ya no espero en la ventana a que vengas?
Fue tanto que te amé
Fue tanto que lloré…
Tu voz, tus dedos largos
Tu pelo despeinado…
Puse todo en tus manos,
Y un día sin aviso
Te llevaste hasta el aire…
Me dejaste soñando…
Pero no quedó nada…
Dónde se habrán escondido los silencios que esparcí
Dónde se marchitaron mis palabras de amor
Hoy sé que la vida tiene muchos caminos
No quisiste ir conmigo cuando yo te quería
Hoy no puedo ni quiero sembrar flores contigo

HOY

Hoy la lluvia me trajo una nostalgia
Hoy la luz se terminó muy pronto
Hoy no había nadie…
Hoy no quiso escucharme
y yo no supe hablarle
Hoy no formé parte…
Hoy camino por Huérfanos y veo la gente que duerme en las calles
ellos ya no esperan,
no tienen nada más que perder
pero sonríen
y me dan una muestra de grandeza,
a mi, que tengo tanto y no valoro.
Mañana será otro día
y si alguna tristeza me roba la mirada
me quedaré en silencio para que pase rauda
pediré al cielo que me traiga consuelo
a la tierra que me soporte sin atarme
y a ti que me acompañes sin dañarme

EL CAMINO


Estoy caminando por un nuevo camino,
Nadie toma mi mano,
Nadie me acompaña,
No es fácil el trayecto,
allá lejos, muy adelante veo la vida que me llama
Y de verdad no temo…
Un día de diciembre me levanté temprano y me encontré cambiada,
Ya nada que dañarme
Los miedos enterrados
Mis pies desnudos, mis ojos derramados
Mi boca sin silencios…
Soy de papel que se rompió y mis trozos se volaron con el viento
No quieras devolverme
Aunque logres hallar cada pedazo, no podrás rearmarme
Porque siempre lo que resulte será distinto a lo que fue…
Hoy mis pasos me llevan a otra parte
No quiero mirar lo que he avanzado
Pero es necesario para dejarte atrás.