La búsqueda de la belleza no es una característica propia de nuestros días. Los hallazgos de culturas ancestrales nos muestran que el uso de adornos y maquillaje ha existido siempre. Las enormes sumas de dinero invertidas en la industria cosmética y el boom por la cirugía plástica no es casual.
Existe una rama de la sicología, que se dedica a estudiar la mente humana desde el punto de vista evolutivo, llamada Sicología Evolucionista.
En nuestro cerebro hay una serie de circuitos neurales especializados, cuyo principal problema a resolver es encontrar pareja y reproducirse, para ello debe detectar y considerar sexualmente atractivos aquellos estímulos que son indicadores de un mayor potencial reproductor. Es decir nos atraen aquellos seres del sexo opuesto que nos aseguran más hijos, y estos con los mejores genes, que permitan la preservación de la especie.
Respecto a las preferencias de hombres y mujeres cuando eligen, los estudios dicen que mientras a ellas les atraen los hombres con mayores recursos, a ellos la belleza. Respecto a los hombres, aprecian aquellas características físicas que se relacionan con la juventud, como la nariz y el mentón pequeños, los labios gruesos y la piel tersa, y con la fertilidad, como una cintura estrecha y unas caderas amplias. Estos rasgos estarían controlados por los niveles de estrógenos. Por otro lado las mujeres encuentran atractivos distintos rasgos masculinos dependiendo momento del ciclo menstrual. Si bien generalmente prefieren hombres con rasgos faciales suaves, algo feminizados, en el momento de máxima fertilidad del ciclo menstrual eligen hombres con rasgos faciales y corporales más masculinizados, esto por los altos niveles de testosterona en ese momento.
Pero, independiente del sexo de la persona, y de la cultura que se trate, existe una característica muy importante a la hora de juzgar el atractivo: la simetría.
Esta característica no es propia de los seres humanos, en el reino animal también está presente. ¿La razón? Se considera que el grado de simetría es un indicador de “calidad genética”. Lo que nos asegura que estamos eligiendo “buenos genes” para nuestros hijos. “Se han realizado numerosos estudios sobre las relaciones entre simetría facial o corporal y el éxito en el apareamiento o el atractivo sexual en humanos. Los resultados de estos estudios demuestran que las mujeres más simétricas se emparejan con hombres con más recursos. Los hombres más simétricos pierden la virginidad antes, tienen más parejas sexuales, invierten menos recursos en la relación y son más infieles. Además, su olor resulta más sexy. Por otra parte, la frecuencia de los orgasmos femeninos durante la cópula se correlaciona con el grado de simetría de su pareja, de forma que los hombres más simétricos estimulan más orgasmos en sus parejas. Lo más curioso de estos trabajos es que demuestran que nuestro cerebro está capacitado para detectar y responder ante la más mínima asimetría ¡de forma totalmente inconsciente!” Fuente: La biología del ‘sex–appeal’: elección de pareja en humanos. Ester Desfilis Barceló, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, Univ. de Valencia.
jueves, octubre 05, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Para mayor abundamiento recomiendo escuchar a la Helen Fischer.
Publicar un comentario