Esta niña me mira desde la fotografía
Me dice tantas cosas que no quiero escuchar
Me muestra el tiempo, la edad
Una edad de inocencia perdida...
Fantasías dormidas entre mitos
Alegrías y angustias…
Me dice que ya es tarde para iniciar el viaje
Que ya no fui...
Que ya no fue...
Que es hora de aceptarlo,
de madurar y ver caer las hojas de mis árboles…
No le creo, no quiero creerle
Saco sus recuerdos y los guardo en cuadernos…
No es tarde… nunca es tarde para empezar de nuevo
Para reconstruirse
Para desanudarse
Para extender las alas y elevarse
Porque cambió la piel
y esa niña se ha ido para siempre
Hoy una mujer nueva ocupa su lugar.
domingo, abril 22, 2007
VIAJE A MIS RAICES
Tengo un viaje a mis raíces esperando
El tren en la estación lanza su grito atroz desvencijado
Los boletos están entre mis dedos
me detengo en la puerta con una sola maleta que está casi vacía,
Nada de lo que construí puedo llevarme
Sólo lo que dejo me detiene…
Mi viaje ciego
Mi viaje eterno
Mi viaje hacia el perdón
Hacia el abismo de unas manos manchadas con mi sangre
No tengo miedo
No tengo prisa
No viajo sola
Y no hay regreso… porque si vuelvo será para quedarme
Y me niego a renunciar a este sueño
Mi viaje al interior recorre mis angustias
Recorre las orillas de mis ríos de invierno
que van de tope a tope conteniendo el deshielo de este sol tan intenso
Suena otra vez
Y el ruido me desgarra la piel
Tengo que abordar
No es largo el trayecto
Espero llegar al aclarar.
El tren en la estación lanza su grito atroz desvencijado
Los boletos están entre mis dedos
me detengo en la puerta con una sola maleta que está casi vacía,
Nada de lo que construí puedo llevarme
Sólo lo que dejo me detiene…
Mi viaje ciego
Mi viaje eterno
Mi viaje hacia el perdón
Hacia el abismo de unas manos manchadas con mi sangre
No tengo miedo
No tengo prisa
No viajo sola
Y no hay regreso… porque si vuelvo será para quedarme
Y me niego a renunciar a este sueño
Mi viaje al interior recorre mis angustias
Recorre las orillas de mis ríos de invierno
que van de tope a tope conteniendo el deshielo de este sol tan intenso
Suena otra vez
Y el ruido me desgarra la piel
Tengo que abordar
No es largo el trayecto
Espero llegar al aclarar.
domingo, abril 08, 2007
HOMENAJE AL MAURO
Hoy es un día nuevo de abril
Todo mi mundo brilla…
tu presencia viene dulce
y no me daña...
Te llevaste mis manos una tarde
Y te fuiste sin saber que ya no volverías
No pude despedirme
No quisiste mirarme…
Hace mucho que no lloro tu nombre
Hace mucho que no extraño tu boca
Hoy sin querer entré al blog de la Su
Y me encontré tu rostro…
Fue un guiño desde lo alto, porque hoy,
hace dos días se cumplieron 21 años.
Hace tiempo que no te espero
Pero te esperé tanto
También abracé la tierra…
Como aquella canción de Serrat con letra de Miguel Hernández,
‘‘yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas…
compañero del alma tan temprana…
no hay extensión más grande que mi herida
lloro mi desventura y sus conjuntos
y por doler, me duele hasta el aliento’’
Hoy estoy desempolvando tus recuerdos
Tanto que yo te extrañé
Tanto amor que me dejaste
tanto que tú me curaste y tanto no te he olvidado
Desde la claridad que dan los años
Puedo decir que las heridas cierran
Que dejan de sangrar y un día
desde el fondo surge una vida nueva
que es como un homenaje a la nostalgia
El amor nunca muere, como tu alma
que en cada amanecer me dio la calma
y al no decirme adiós se eternizó.
Todo mi mundo brilla…
tu presencia viene dulce
y no me daña...
Te llevaste mis manos una tarde
Y te fuiste sin saber que ya no volverías
No pude despedirme
No quisiste mirarme…
Hace mucho que no lloro tu nombre
Hace mucho que no extraño tu boca
Hoy sin querer entré al blog de la Su
Y me encontré tu rostro…
Fue un guiño desde lo alto, porque hoy,
hace dos días se cumplieron 21 años.
Hace tiempo que no te espero
Pero te esperé tanto
También abracé la tierra…
Como aquella canción de Serrat con letra de Miguel Hernández,
‘‘yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas…
compañero del alma tan temprana…
no hay extensión más grande que mi herida
lloro mi desventura y sus conjuntos
y por doler, me duele hasta el aliento’’
Hoy estoy desempolvando tus recuerdos
Tanto que yo te extrañé
Tanto amor que me dejaste
tanto que tú me curaste y tanto no te he olvidado
Desde la claridad que dan los años
Puedo decir que las heridas cierran
Que dejan de sangrar y un día
desde el fondo surge una vida nueva
que es como un homenaje a la nostalgia
El amor nunca muere, como tu alma
que en cada amanecer me dio la calma
y al no decirme adiós se eternizó.
Mi Renatito
Hoy quiero compartir lo que nos pasó el sábado 31 de marzo con mi guagua de 20 meses. Como las 11 de la mañana se puso a llorar desconsoladamente, lo tomé en brazos y noté como se retorcía cada 20 segundos y no dejaba de llorar. De inmediato supe que era algo grave, llamé a mi marido que estaba trabajando y le dije -vente al tiro tengo que ir a la Clínica porque el Renatito está mal, muy mal- mi marido me dijo que le diera unos minutos para conseguir algún médico a domicilio, eran ya las 12 del día, le dije que me llamara enseguida. Me devolvió la llamada y me dijo que teníamos hora con un pediatra a la 1:10. Me vino a buscar a la casa y partimos. Llegamos allá y tuvimos que esperar que atendiera a 3 niños antes. Me dieron ganas de salir corriendo, sentía que no podía esperar y le dije a mi marido que mejor nos fuéramos a la Clínica, a lo que él respondió que en llegar allá nos íbamos a demorar más de una hora. Esperamos… Cuando nos tocó el turno el Renatito estaba durmiendo en mis brazos. Lo puse en la camilla y el doctor lo examinó, era claramente dolor abdominal, y no se le podía tocar la guatita. El pediatra nos dijo que podría ser apedicitis y que era difícil de palpar porque estaba muy dura la guata. Si fuera mi hijo, dijo, me iría a un centro asistencial para que lo revise un cirujano infantil... podría ser un virus… pero ¿y si es apendicitis?
Partimos a la Clínica Las Condes, llegamos allá cerca de las 3:00 de la tarde. No había casi gente así que nos atendieron al tiro. La pediatra de turno Giannina Izquierdo, fue muy acogedora y profesional, lo evaluó y pidió una batería de exámenes, sangre, ecografía abdominal, presión, cantidad de oxígeno en la sangre, temperatura y dijo que llamaría al cirujano infantil para que evaluara el caso. La eco no arrojó ninguna señal de apendicitis, éste no se veía, ni se vislumbraban otros signos relacionados con esta patología, todos los órganos lucían normales excepto por un aspecto turbio en la orina, lo que podría indicar infección urinaria.
De vuelta en el box de urgencias... la pediatra nos dijo que habían llegado los exámenes de sangre y estaban muy alterados… 26 mil glóbulos blancos en consecuencia que debería tener como 10 mil, -estamos en presencia de una infección importante y tenemos que hospitalizarlo en la UCI, para hacerle más exámenes- sentí mi corazón dejar de latir. En ese momento llegó el cirujano infantil, doctor Renato Gana, quien lo examinó… tampoco pudo palpar el apéndice porque la guatita de mi niño seguía dura y el estado era cada vez más deteriorado. Por lo general es raro que una apendicitis se manifieste sin vómitos y en un niño tan chico se descartan otras patologías... JAMAS APENDICITIS, especialmente porque no aparecía en la Ecografía. Coincidió en que debíamos internarlo y estar evaluando su estado… pidió descartar un foco de neumonía con una RX de tórax y tomar un examen de orina.
Partimos a la pieza y hospitalizaron a mi niño hermoso. Todo el tiempo pensaba que eso no podía estar pasando y que en cualquier momento todo se iba a resolver y nos iríamos a la casita. Pero no fue así. Todos los exámenes negativos. En la UCI, el médico intensivista debía seguir evaluando, el doctor Valverde, nos contó que le tomarían más muestras de sangre y que se haría un cultivo, pero que eso tardaba hasta 7 días por lo que no podíamos esperar y la recomendación era llevarlo a pabellón y hacerle una exploración vía laparoscópica para determinar el origen de la patología. El cirujano volvió y nos contó la misma historia. En resumen, a las 21 horas lo metieron a pabellón y le encontraron una peritonitis apendicular difusa muy complicada. Dos horas después salió directo a la UTI, tres días mínimo allí dada la gravedad de la infección. Lo increíble es que a las 12 del día siguiente había evolucionado tan bien que nos mandaron a la UCI, a la pieza 224 otra vez, entre 5 y 7 días para tenerlo con antibióticos vía endovenosa, antiinflamatorios y antipiréticos. Otra vez la maravilla se manifestó y mi niñito evolucionó tan rápido que el miércoles a las 12 del día ya estábamos en la casa de ALTA.
Hoy, domingo 8 de abril mi pequeño se recupera rápidamente y está tan animado que no parece que hubiéramos pasado por esto.
Escribo esto para agradecer a TODOS quienes aportaron a la recuperación y la posibilidad que mi guagua y nosotros tuviéramos otra oportunidad.
Primero que NADA a Dios, que hizo el milagro. Luego a los doctores que le salvaron la vida, RICARDO MERCADO, el primer pediatra que lo vio y nos mandó a una clínica, GIANNINA IZQUERDO, pediatra de turno, RENATO GANA, cirujano infantil, CRISTIAN VALVERDE, médico intensivista, ALFREDO MISRAJI, pediatra del Renato, la anestesista, las auxiliares, la nutricionista, las enfermeras, los paramédicos…. Y todo el personal de la Clínica Las Condes.
A mis amigos, familiares y compañeros de trabajo por la constante preocupación.
A la fuerza poderosa que me mantuvo en pie y que hoy me hace agradecer con humildad en el alma por tanto amor.
Partimos a la Clínica Las Condes, llegamos allá cerca de las 3:00 de la tarde. No había casi gente así que nos atendieron al tiro. La pediatra de turno Giannina Izquierdo, fue muy acogedora y profesional, lo evaluó y pidió una batería de exámenes, sangre, ecografía abdominal, presión, cantidad de oxígeno en la sangre, temperatura y dijo que llamaría al cirujano infantil para que evaluara el caso. La eco no arrojó ninguna señal de apendicitis, éste no se veía, ni se vislumbraban otros signos relacionados con esta patología, todos los órganos lucían normales excepto por un aspecto turbio en la orina, lo que podría indicar infección urinaria.
De vuelta en el box de urgencias... la pediatra nos dijo que habían llegado los exámenes de sangre y estaban muy alterados… 26 mil glóbulos blancos en consecuencia que debería tener como 10 mil, -estamos en presencia de una infección importante y tenemos que hospitalizarlo en la UCI, para hacerle más exámenes- sentí mi corazón dejar de latir. En ese momento llegó el cirujano infantil, doctor Renato Gana, quien lo examinó… tampoco pudo palpar el apéndice porque la guatita de mi niño seguía dura y el estado era cada vez más deteriorado. Por lo general es raro que una apendicitis se manifieste sin vómitos y en un niño tan chico se descartan otras patologías... JAMAS APENDICITIS, especialmente porque no aparecía en la Ecografía. Coincidió en que debíamos internarlo y estar evaluando su estado… pidió descartar un foco de neumonía con una RX de tórax y tomar un examen de orina.
Partimos a la pieza y hospitalizaron a mi niño hermoso. Todo el tiempo pensaba que eso no podía estar pasando y que en cualquier momento todo se iba a resolver y nos iríamos a la casita. Pero no fue así. Todos los exámenes negativos. En la UCI, el médico intensivista debía seguir evaluando, el doctor Valverde, nos contó que le tomarían más muestras de sangre y que se haría un cultivo, pero que eso tardaba hasta 7 días por lo que no podíamos esperar y la recomendación era llevarlo a pabellón y hacerle una exploración vía laparoscópica para determinar el origen de la patología. El cirujano volvió y nos contó la misma historia. En resumen, a las 21 horas lo metieron a pabellón y le encontraron una peritonitis apendicular difusa muy complicada. Dos horas después salió directo a la UTI, tres días mínimo allí dada la gravedad de la infección. Lo increíble es que a las 12 del día siguiente había evolucionado tan bien que nos mandaron a la UCI, a la pieza 224 otra vez, entre 5 y 7 días para tenerlo con antibióticos vía endovenosa, antiinflamatorios y antipiréticos. Otra vez la maravilla se manifestó y mi niñito evolucionó tan rápido que el miércoles a las 12 del día ya estábamos en la casa de ALTA.
Hoy, domingo 8 de abril mi pequeño se recupera rápidamente y está tan animado que no parece que hubiéramos pasado por esto.
Escribo esto para agradecer a TODOS quienes aportaron a la recuperación y la posibilidad que mi guagua y nosotros tuviéramos otra oportunidad.
Primero que NADA a Dios, que hizo el milagro. Luego a los doctores que le salvaron la vida, RICARDO MERCADO, el primer pediatra que lo vio y nos mandó a una clínica, GIANNINA IZQUERDO, pediatra de turno, RENATO GANA, cirujano infantil, CRISTIAN VALVERDE, médico intensivista, ALFREDO MISRAJI, pediatra del Renato, la anestesista, las auxiliares, la nutricionista, las enfermeras, los paramédicos…. Y todo el personal de la Clínica Las Condes.
A mis amigos, familiares y compañeros de trabajo por la constante preocupación.
A la fuerza poderosa que me mantuvo en pie y que hoy me hace agradecer con humildad en el alma por tanto amor.
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